SOY PINCHARATA Y SOY DE LA PLATA.....

LA GOLEADA DE LA HISTORIA 7 A 0 EL 15/10/ 2006 Y YO LA VIVI CON MIS PROPIOS OJO JUNTOS A MIS HIJOS NICO Y SOFI NOS CANSAMOS DE GRITAR GOLES ,DE CANTAR Y ALENTAR A NUESTRO GLORIOZO ESTUDIANTES DE LA PLATA

agosto 06, 2007

A cuarenta años del primer festejo

Que cuarenta años no son nada
Con el Metro '67, Estudiantes obtenía el primer título en el profesionalismoPor ADRIÁN D'AMELIO
A las 16.46, el excéntrico Guillermo Nimo hacia sonar su silbato por última vez en el partido. En ese mismo momento, en las tribunas del Viejo Gasómetro, se desataba un festejo incontenible teñido de los colores rojo y blanco. Estudiantes se acababa de consagrar como legítimo campeón del Metropolitano 1967 tras derrotar de manera contundente y sin dejar ningún tipo de dudas a Racing por 3 a 0.Quizás a aquellos que hoy peinan canas se le escape una lágrima por la emoción vivida y le cuenten a sus hijos o nietos la hazaña concretada por aquel glorioso equipo de Estudiantes dirigido por el gran maestro Osvaldo Zubeldía. El domingo 4 de agosto de 1967 -se conmemoraba en nuestro país el Día del Niño- marcó un verdadero hito en el fútbol argentino, ya que el conjunto pincharrata rompía la hegemonía de los "cinco grandes".EL PRINCIPIO DE LA HISTORIASe puede decir que Estudiantes terminaba por cumplir "la mayoría de edad" iniciando una era inolvidable para el club de avenida 53. Como quedó dicho, de la mano de Osvaldo Zubeldía y de un puñado de jóvenes jugadores hambrientos de gloria se comenzó a escribir una historia irrepetible, que con el transcurso del tiempo lo convertiría en el primer tricampeón de América y el mejor club del planeta en 1968.Estudiantes logró la primera edición del Campeonato Metropolitano después de vencer en el partido final a Racing -el famoso Equipo de José y último campeón del mundo-, en el Viejo Gasómetro de avenida La Plata, teniendo como marco una multitud en las gradas con cerca de 60 mil persona, que hoy en día sería casi imposible de poder reunir en una cancha de fútbol.Claro que el tránsito a la obtención del campeonato no fue fácil. En la fase regular, Estudiantes se había clasificado en el segundo puesto de la zona "A" que lo obligó a jugar la semifinal contra Platense. El partido ante el "calamar" -dirigido por Angel Labruna- marcó una especie de "quiebre" en la historia de ese equipo albirrojo, ya que después de ir perdiendo 3 a 1 y con un hombre menos -se tuvo que ir lesionado el capitán Enry Barale- lo dio vuelta y terminó ganando 4 a 3, en la Bombonera, en un encuentro memorable tres días antes de la gran final.La génesis de este ciclo tuvo su primer capítulo en enero de 1965 cuando Zubeldía, un joven entrenador de 38 años, asumió la dirección técnica con el fin de salvarlo del descenso acompañado por el profe Kistenmacher. El entrenador no prometió más que "sacrificio y ganas" y con una importante renovación de jugadores, promoviendo muchos juveniles y con la llegada de algunos "veteranos" entre los que se encontraba quien sería su principal discípulo: Carlos Bilardo, conformó un plantel que dos años después comenzaría a ganar todo.Y ese fue uno de los principales aciertos de Zubeldía: la promoción de nuevos valores surgidos de famosa "tercera que mata", que tenía como técnico a Miguel Ignomiello y entre los que se encontraban el Flaco Poletti, el Negro Aguirre Suárez, Cacho Malbernat, Eduardo Manera, Carlos Pachamé, Juan Echecopar, Pelusa Bedogni, el Bocha Flores y la Bruja Verón.LA "EXPLOSION" DEL EQUIPOEl Metro '67 marcó la gran "explosión" del equipo de Osvaldo Zubeldía, ya con una formación equilibrada y con jugadores que sumaron varios partidos en primera división. El entrenador no sólo conformó un cuadro ganador, sino que su devoción y pasión por el fútbol -vivía este juego los siete días de la semana- le permitió incorporar tácticas y renovaciones en el juego con pelota detenida que fueron un símbolo del exitoso ciclo.En este marco se puede decir que la final fue un trámite. Estudiantes apabulló sin contemplaciones a Racing. Abrió la cuenta, Madero con un magistral tiro libre haciendo infructuosa la estirada de Spilinga. Luego aumentó la cuenta la Bruja Verón y con un furibundo derechazo Felipe Ribaudo puso cifras definitivas al tanteador. La vuelta olímpica se inició en la vieja cancha de San Lorenzo. El festejo siguió en las calles de La Plata, donde hoy -cuatro décadas después- se recuerda el nacimiento de una etapa de gloria para el club pincharrata.